SOFÍA, BULGARIA
La Catedral de Alejandro Nevski; cuenta la leyenda que en la construcción de esta catedral se utilizó mucho oro, por lo que los ladrones intentaron robarla varias veces. Sin embargo, cada vez que intentaban hacerlo, una luz brillante aparecía en el cielo y los asustaba. La gente decía que la luz era el alma del Príncipe Nevski, protector de Bulgaria, que velaba por la catedral y ahuyentaba a los ladrones.
Con el tiempo, la catedral se convirtió en un símbolo nacional y lugar de peregrinación para muchos búlgaros. En 1955, el gobierno comunista planeó destruir la catedral para construir un palacio de congresos, pero los ciudadanos se opusieron firmemente y lograron salvarla.
Hoy en día, la Catedral de Alejandro Nevski sigue siendo un monumento icónico en Sofía, y se puede visitar para admirar su impresionante arquitectura, sus mosaicos y sus frescos. Y aunque ya no hay ladrones que intenten robarla, el alma del Príncipe Nevski sigue siendo parte de su leyenda y su legado.