BRUJAS, BÉLGICA
Justo al lado de la Iglesia de Nuestra Señora, se encuentra el Museo Gruuthuse; este magnífico palacio, alberga una colección muy interesante de los tres períodos cruciales de la enorme historia de Brujas: el auge borgoñón de la ciudad, los menos conocidos siglos XVII y XVIII, y la histórica “reinvención” de Brujas en el siglo XIX.
Lo curioso de este edificio, y que nadie te contará, es que el concepto de bolsa de valores nació en Bélgica en el siglo XVI. Más concretamente en Brujas, específicamente en este edificio, ex propiedad de la familia noble Van der Buërse, se realizaban reuniones y encuentros de carácter mercantil en el siglo XIII. El escudo de armas de los Buërse exhibía tres bolsas de piel, los monederos de la época. Los habitantes de la ciudad comenzaron a denominar Bürse a la actividad económica que se llevaba a cabo en aquella casa, y con el tiempo, también debido al apellido “Buërse”, la gente empezó a conocer ese lugar como “bolsa” y a las transacciones, como bolsa de valores.
Fue así como la palabra prosperó también en otros lugares para designar los centros de transacciones de valores. Recordemos que en los siglos XIII y XIV, Brujas fue un importante centro comercial en el que vivían unas 100.000 personas, población que superaba la de Londres y París.
En el siglo XVII cuando los mercados de valores comenzaron a evolucionar hasta llegar a lo que podríamos considerar la primera bolsa conocida, en concordancia con diversos autores, sería la de Ámsterdam.