BARCELONA, ESPAÑA
Debido a la gran fama que posee la Sagrada Familia, podríamos llegar a pensar que esta célebre iglesia es la catedral de la ciudad, pero no es así. La basílica de la Sagrada Familia es un templo mundialmente famoso por la majestuosidad de su arquitectura, por la belleza de su diseño y por los actuales trabajos de su obra, pero se trata de la iglesia parroquial de uno de los barrios de Barcelona. La catedral es un magnífico edificio medieval que está ubicado en pleno centro histórico, justo en el corazón del Barrio Gótico.
Dedicada a la Santa Cruz y a Santa Eulalia, la Catedral de Barcelona fue construida en estilo gótico entre los siglos XIII y XV. Se elevó sobre una catedral anterior que era románica y que había sido construida sobre una iglesia visigoda, que a su vez, fue erigida donde previamente había existido un templo romano pagano dedicado al dios Júpiter.
A principios del siglo IV, durante las persecuciones de los romanos a los cristianos, en este mismo lugar fue martirizada una niña de trece años llamada Eulalia porque no quiso renunciar a su fe cristiana. Hasta trece martirios se le infligieron a esta niña que acabó convirtiéndose en la santa patrona de Barcelona. Sus restos mortales fueron conservados por los cristianos y, a lo largo de los siglos, fueron custodiados en diferentes puntos de la ciudad.
Ya desde la construcción de la catedral, los restos de esta mártir reposan en su cripta, situada bajo el altar mayor. Santa Eulalia, además, está muy relacionada con una de las mayores curiosidades de la Catedral de Barcelona, y es que el edificio cuenta con un amplio claustro en el que sorprende la presencia de trece blancas ocas. Y es que, según cuenta la tradición, estas trece ocas representan los trece martirios que sufrió esta niña de trece años.