CHAMBORD, FRANCIA
En Chambord podremos degustar una buena carne de la caza, protagonista de uno de los platos estrella del lugar, justo a pie del castillo y con vistas a su fabulosa construcción. Y es que precisamente, una de las razones por las que los reyes escogieron este lugar de Francia, fue por la abundante caza de sus frondosos bosques. Una de las presas favoritas era el jabalí, animal muy apreciado por su deliciosa carne, muy tierna, baja en grasa y con un aroma irresistible. El jabalí posee una carne roja con un sabor bastante más aromático que, por ejemplo, la carne del cerdo.
Es también bastante magra, por lo que resulta ideal en dietas que necesiten mantener el colesterol bajo control. Esta carne se cocina guisada, por su ternura, o también asada, por su sabor. Las piezas más apreciadas del jabalí son el lomo, el entrecot y la espaldilla, y además en Chambord, tendremos la oportunidad de degustar otra deliciosa parte del animal gracias a su plato estrella, Dos de Sanglier Grillé, o sea, lomo de jabalí a la plancha, que va acompañado con papas fritas y ensalada.
En la antigüedad, tras una cacería, el jabalí era servido en un festín entre amigos y la cabeza de la presa se colgaba de las paredes de los salones, a modo de trofeo. Hoy en día también podemos disfrutar de su deliciosa carne, aunque de una manera menos explícita.
Un buen sitio para degustar el suculento Dos de Sanglier Grillées es en la pequeña Place Saint-Louis, desde el cual, en sus terrazas al aire libre podrán, asimismo, contemplar el gran castillo de Chambord.