SAN SEBASTIÁN, ESPAÑA
El mercado de la Bretxa es el mercado de abastos por excelencia de San Sebastián y su nombre es ciertamente curioso. Bretxa, viene de la palabra española brecha o agujero y hace referencia a la brecha que los soldados ingleses y portugueses hicieron precisamente en este lugar donde se encontraba, y todavía se encuentra en el subsuelo, la muralla de la ciudad; esto fue en el año de 1813, cuando fueron a “liberarlos” de la ocupación napoleónica.
Fuera del edificio, en su parte trasera encontraremos al aire libre, los puestos dedicados a verduras y frutas, la mayoría dirigidos por mujeres granjeras que ese mismo día a primera hora, han recolectado ellas mismas esos productos.
En el interior del edificio, tomando unas escaleras mecánicas llegaremos a la sección de carnicería y pescadería. Ésta última es imperdible. Es todo un espectáculo, como corresponde a una ciudad que desde siglos ha mirado al mar, esos pescados por su variedad, frescura y la manera que están presentados, les van a hacer entender por qué les recomendamos que vayan a este lugar.
La sorpresa se dejó para el final, ya que, aunque muchos no lo sepan, la ciudad de San Sebastián estuvo alguna vez rodeada de una enorme muralla de 13m de altura, la cuál fue construida entre 1637 y 1639, y no fue hasta el año de 1863 que esta fue derribada, aunque debajo del mercado están, todavía hoy, los restos de las murallas de la ciudad, ¡y estas se pueden ver!
Verán que dentro del mercado hay un acceso al parking, vayan a él, y una vez dentro caminen por la única calle que tiene el estacionamiento, hacia la derecha. Apenas recorridos 100 metros tendrán a su derecha la antigua muralla, a su lado, iluminada a tramos. Además, verán unos paneles explicativos que nos hacen entender un poquito la evolución de la ciudad.
Fuera del edificio, en su parte trasera encontraremos al aire libre, los puestos dedicados a verduras y frutas, la mayoría dirigidos por mujeres granjeras que ese mismo día a primera hora, han recolectado ellas mismas esos productos.
En el interior del edificio, tomando unas escaleras mecánicas llegaremos a la sección de carnicería y pescadería. Ésta última es imperdible. Es todo un espectáculo, como corresponde a una ciudad que desde siglos ha mirado al mar, esos pescados por su variedad, frescura y la manera que están presentados, les van a hacer entender por qué les recomendamos que vayan a este lugar.
La sorpresa se dejó para el final, ya que, aunque muchos no lo sepan, la ciudad de San Sebastián estuvo alguna vez rodeada de una enorme muralla de 13m de altura, la cuál fue construida entre 1637 y 1639, y no fue hasta el año de 1863 que esta fue derribada, aunque debajo del mercado están, todavía hoy, los restos de las murallas de la ciudad, ¡y estas se pueden ver!
Verán que dentro del mercado hay un acceso al parking, vayan a él, y una vez dentro caminen por la única calle que tiene el estacionamiento, hacia la derecha. Apenas recorridos 100 metros tendrán a su derecha la antigua muralla, a su lado, iluminada a tramos. Además, verán unos paneles explicativos que nos hacen entender un poquito la evolución de la ciudad.