Previous
Next
CHAMBORD, FRANCIA
El Palet Solognot, la especialidad repostera más célebre de esta zona, una galleta que resulta irresistible desde el primer bocado. Desde sus inicios, la receta se mantiene casi invariable, siendo esta un maridaje perfecto de aromas y de sabores resultan en una exquisitez.
Cuenta la historia que existió en esta comarca un avicultor que tenía junto a su esposa un gallinero familiar, heredado de muchas generaciones anteriores y situado frente al Castillo de Chambord. El gallinero era muy grande y contaba con unas 20.000 gallinas. El avicultor se dio cuenta que, si únicamente vendía los huevos, acababa perdiendo dinero, por lo que quiso encontrar otra manera de generar ingresos con la gran cantidad de huevos que obtenía diariamente de su gallinero.
Finalmente, decidió utilizar los huevos para crear su propia galleta, siguiendo una vieja receta que encontró, y para ello, instaló en el gallinero un horno en el que poder elaborar sus galletas. El éxito de su creación fue tan grande y tan inmediato, que acabó volcado por completo en la producción pastelera, transformando casi todo el gallinero en una enorme pastelería. Esta galleta se convirtió en la delicia de toda la región. Así nació el Palet Solognot, una galleta crujiente y dorada cuya reputación es conocida en toda Francia y que, incluso, ha traspasado sus fronteras.
Esta galleta de mantequilla está trufada con uvas pasas y macerada en Ron Negrita, de ahí que el logo de esta bebida aparezca en su envoltorio. Es una delicia de primera calidad que cautiva a los más golosos y a los amantes de productos artesanales. Los Palets Solognots se encuentran en venta en puestos ambulantes, así como en la Biscuiterie de Chambord, una tienda especializada situada en la Place Saint-Louis.