SAN ANTONIO ARRAZOLA, OAXACA, MÉXICO
Cerca de la capital, custodiado por el cerro de Monte Albán se encuentra el pueblo de San Antonio de Arrazola, cuna de los Alebrijes tallados en madera. La historia comienza con Don Manuel Jiménez, uno de los pioneros en este arte.
Hijo de madre Zapoteca y padre Mixteco, Don Manuel comenzó a trabajar desde pequeño debido a su situación de extrema pobreza, más tarde comenzaría a tallar figuras y máscaras para poder jugar con ellas, tomando de inspiración animales de la región, después comenzaría a venderlas en la capital para generar un poco más de ingreso.
Al pasar de los años, los pedidos de los clientes se volvían más específicos y los diseños comenzaron a tomar formas más atractivas, naciendo así los Alebrijes tallados en madera. El nombre, Alebrijes fue dado por Pedro Linares López, cartonero de Guanajuato, pionero de los Alebrijes de cartón, y adoptado por los artesanos oaxaqueños a raíz de que la cineasta Judith Bronowski le realizara un documental en el año de 1977.
Actualmente puedes visitar la Casa Museo Don Manuel Jiménez, en el cuál se da a conocer un poco la historia de estas figuras, además de que en la parte trasera se encuentra un taller en donde se siguen realizando Alebrijes.